
Cuando hablamos de Osteopatía, miramos al paciente desde la GLOBALIDAD. No sólo tenemos músculos y huesos, sino también, tenemos un sistema arterial, venoso, sistema linfático, vísceras, sistema nervioso… y, por tanto, nuestra “lesión” o disfunción somática desde el punto de vista más científico, nuestro problema puede estar a nivel estructural (columna, articulaciones, músculos, tendones…) pero también puede estar a otros niveles como las VÍSCERAS.
La Osteopatia visceral, comprende el tratamiento manual, con técnicas específicas aplicadas sobre las vísceras. Tiene como objetivo tratar la disfunción somática a través de la víscera, para restaurar el equilibrio a diferentes niveles.
Si has leído nuestro post que habla sobre LA PRIMERA CONSULTA, sabrás que uno de los pilares básicos de una sesión es la ANAMNESIS/ENTREVISTA. En ella, hacemos muchas preguntas acerca de todos los sistemas que participan en nuestro organismo (cardio-vascular, nervioso, ginecológico, urinario, digestivo, sueño-vigilia…) y es un hecho que en nuestras consultas cada vez los pacientes acuden con mayores problemas a nivel digestivo.
Las Técnicas Manuales del Osteópata, buscan normalizar la movilidad-motilidad de una víscera, para reposicionarla desde el punto de vista más mecánico, pero que también repercutirá en su funcionalidad. Por ejemplo: los riñones tienen un movimiento inherente impulsado por el diafragma y el ritmo respiratorio, que hace que se desplacen hacia abajo unos 3-4 cms. Es fácil poder pensar que la movilidad-motilidad de estos riñones, se puede ver alterada por aspectos mecánicos, como por ejemplo pasar largos ratos sentados/as que pueden ocasionar una dificultad en la facilidad del movimiento, y que esto pueda repercutir en un bloqueo del propio riñón, irritando el músculo psoas (es el carril por donde se apoya el riñón, y uno de los principales músculos alterados en las lumbalgias).
A nivel digestivo, tenemos técnicas directas sobre el paquete visceral, que pueden ayudar a mejorar el peristaltismo (problemas de estreñimiento-mala absorción...) aunque estas alteraciones siempre tendrán un desequilibrio entre el sistema nervioso simpático-parasimpático. Digamos que la activación del sistema simpático nos “para” la digestión, y la activación del parasimpático nos “activa” la digestión. La parte parasimpática, es regida por el nervio vago, el cual tiene fibras eferentes hacia la mayoría de nuestros órganos y vísceras. Cuando utilizamos técnicas manuales viscerales, también buscamos activar el sistema parasimpático para crear un ambiente donde la digestión pueda estar asegurada.
Existen numerosas técnicas para las diferentes vísceras, donde la calidad de palpación y el conocimiento exhaustivo de la anatomía y la fisiología, podrán convertir una o varias técnicas, en un tratamiento óptimo.
Uno de los máximos referentes de la Osteopatía Visceral en el mundo, es Jean Pierre Barral, un osteópata francés que ha desarrollado su propio método al que denomina Movilización Visceral (MV). Además, ha escrito más de 10 libros y es fundador de su propia institución donde forma alumnos de toda índole.
Referencias Bibliográficas
- Barral JP. “Manipulaciones viscerales 3”. Syllabus curso.
- Tracey KJ. The inflammatory reflex. Nature. 2002;420(6917):853-9.
- Barral et al. “Manipulaciones viscerales 1”. Ed. Elsevier Masson. 2009.