Lesiones y readaptación

Lesiones y readaptación

Debido a los avances en el mundo y un cambio social en las últimas décadas se ha generado un mayor interés en las necesidades de los/las pacientes. La tecnología ha supuesto un gran desarrollo para infinidad de ámbitos, pero el hecho de asentarse sobre la salud ha permitido superar infinidad de límites.

A nivel deportivo o laboral la mayor preocupación que hay es sin duda la lesión. Este malestar, generado por la situación de estar lesionado e impedir la normalidad, ha generado un gran interés por ampliar conocimiento y reducir al máximo los días de recuperación.

Encontramos una definición de lesión utilizada por varios autores que dice “cualquier queja física o psicológica consecuencia de una competición, entrenamiento o situación cuotidiana, independientemente de la necesidad de atención médica o pérdida de tiempo” (Pluim, 2009, Fuller, 2006, Timpka,2014, Alonso, 2009, Mckay, 2013). La falta de hábito en la práctica deportiva y la falta de adaptación a los sobreesfuerzos aumentan las posibilidades de lesión (Salguero, 2005).

En los Estados Unidos, de los 30 millones de niños y adolescentes que participan cada año en actividades deportivas, 11% se lesionan. (Carr, K. E. 2003; Goldberg, B. 1989). Stevenson et al (2003) hallaron que las personas entre 26 y 30 años tienen 55% más riesgo de presentar lesiones deportivas que las menores de 18 años. Esto puede estar relacionado con las lesiones sufridas previamente y con los procesos degenerativos que se presentan con la edad. En un estudio de Zurita Ortega, F., (2015) hallaron una incidencia lesiva del 47,60% a nivel amateur, un 22,70% a nivel semiprofesional y un 29,70% a nivel profesional. La mayoría de los estudios puntualizan diferencias en el tipo y la gravedad de las lesiones deportivas dependiendo del género. En uno de sus estudios Chandy y Grana (1985), se encontró diferencia de género con respecto al sitio de la lesión: las mujeres presentaron mayor incidencia de lesiones de la rodilla y en los hombres predominaron las del hombro.

Teniendo en cuenta la importancia que se le presta a las lesiones, es evidente que el proceso de recuperación cobra vital importancia. Una vez el/la paciente ha superado unas determinadas fases en la rehabilitación de la lesión, es aquí donde aparece la figura del readaptador, que trabajara en concordancia con los demás especialistas de la salud.

 

¿EN QUE CONSISTE LA READAPTACIÓN?

El readaptador físico-deportivo sería un preparador físico especializado que, mediante un proceso de enseñanza-aprendizaje, forma y prepara a una persona lesionada, generalmente en una situación individual, en la realización de ejercicios apropiados y seguros con el objetivo de prevenir, restablecer y/o desarrollar en el menor tiempo posible la condición física saludable y de rendimiento. Con ello se pretende facilitar en el menor tiempo posible un estado de bienestar óptimo que le garantice la incorporación a su actividad habitual con normalidad y diligencia.

Si años atrás, los encargados del tratamiento de las lesiones eran únicamente médicos y fisioterapeutas, y el/la paciente no regresaba a las acciones cuotidianas hasta que éstos no daban su consentimiento, hoy en día nos encontramos con una figura cada vez más usual dentro de las clínicas de la salud, como es la del readaptador físico-deportivo.

En definitiva, los procesos de recuperación ante una lesión han avanzado, y prestar atención a este nuevo enfoque conllevaría una mejora sustancial y determinante en reducir los índices de lesión.

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